París no solo se admira, se saborea. Hay algo en esta ciudad que hace que cada café sepa más intenso, que un trozo de pan crujiente se vuelva memorable, que el simple hecho de sentarse en una terraza mirando pasar la vida se convierta en una experiencia sensorial. Comer en París es, en sí, una forma de descubrir la ciudad.

Y aunque a veces la capital francesa tiene fama de cara, lo cierto es que se puede disfrutar de su gastronomía sin dejarse una fortuna. En este artículo te quiero llevar de la mano por algunos de sus barrios más emblemáticos, contarte qué platos no te puedes perder y recomendarte lugares donde comer rico, bien y con encanto.

Aquí te dejo información sobre rutas por París:

• Viaje de 3 días a París. VER AQUÍ.
• Viaje de 2 días a París. VER AQUÍ.
• Listado con los 30 Imprescindibles de París. VER AQUÍ.
• Lista de los lugares más bonitos de París. VER AQUÍ.

🗓️ GASTRONOMÍA EN PARÍS: EL ARTE DE COCINAR Y VIVIR

Hablar de la gastronomía parisina es hablar de la cocina francesa en toda su elegancia y diversidad. Desde los bistrós más tradicionales hasta las boulangeries del barrio, cada rincón esconde una historia, una receta heredada, una forma única de entender el buen comer. Los franceses lo tienen claro: comer bien no es un lujo, es una necesidad vital.

Entre los platos más típicos que vas a encontrar en París, hay algunos que merecen mención especial:

• El croque-monsieur (y su versión con huevo, el croque-madame) es uno de los bocados más parisinos. Un sándwich caliente de jamón y queso gratinado que puedes encontrar en casi cualquier café. Sencillo, delicioso y reconfortante.
• La soupe à l’oignon, o sopa de cebolla gratinada, es puro consuelo. Servida con pan tostado y queso fundido, es perfecta para los días fríos o para cuando necesitas sentirte como en casa.
• El confit de canard es uno de esos platos que, si nunca lo has probado, te va a marcar. Pato cocinado lentamente en su propia grasa hasta quedar tierno, acompañado de patatas salteadas o gratin dauphinois.
• Las crêpes, claro, no pueden faltar. Las dulces, rellenas de Nutella, plátano o azúcar, se encuentran por todas partes. Pero también están las galettes, su versión salada, hechas con harina de trigo sarraceno y rellenas de queso, jamón, huevo o champiñones.
• Y luego está la repostería. Los macarons, los éclairs de chocolate, la tarta Tatin… París es una ciudad para golosos. Incluso si no lo eres, lo serás.

🗓️ DÓNDE COMER EN PARÍS: RUTA POR BARRIOS Y SABORES

He preparado un recorrido por distintos barrios de París con recomendaciones concretas de dónde comer, para que puedas planear tus comidas según la zona que vayas a visitar. Te incluyo precios orientativos para que sepas por dónde van los tiros.

LE MARAIS: bohemio, moderno y lleno de opciones

Este barrio es uno de mis favoritos. Tiene ese aire artístico mezclado con lo clásico, y está lleno de cafeterías, restaurantes y pastelerías con mucho estilo.

L´AS DU FALLAFEL

L’As du Fallafel es un clásico para comer de pie por la calle. Su pita de falafel con berenjena asada y ensalada cuesta unos 9 €, y es contundente. Siempre hay cola, pero avanza rápido.

CAFÉ CHARLOT

Si buscas sentarte, Café Charlot es un bistró con mucho encanto y una carta sencilla: croque-monsieur, ensaladas, sopas. Comer aquí te costará unos 15–20 €.

BENEDICT

Para algo más sofisticado pero informal, Benedict ofrece platos tipo brunch durante todo el día. Los huevos benedictinos con salmón son una delicia (unos 16 €).

MONTMATRE: con vistas, historia y tradición

Pasear por Montmartre es perderse en la belleza parisina. Y comer aquí tiene ese algo especial.

LE CONSULAT

Le Consulat es uno de esos restaurantes turísticos que, a pesar de la fama, sigue teniendo su gracia. No es barato, pero tampoco exagerado: una sopa de cebolla cuesta unos 9 €, y el plato de confit de canard ronda los 17 €.

LE RELAIS GASCON

Más local es Le Relais Gascon, famoso por sus enormes ensaladas coronadas con patatas fritas. Sí, fritas. Una ensalada bien completa cuesta unos 14 €.

COQUELICOT

Para desayunar, me encanta Coquelicot. Panadería tradicional donde puedes tomar un desayuno completo por menos de 10 € en una de sus mesitas de madera.

BARRIO LATINO: joven, multicultural y asequible

El Barrio Latino es perfecto para comer bien sin gastar mucho. Hay mucha oferta, y muchos locales frecuentados por estudiantes.

CHEZ NICOS

Chez Nicos es ideal para un crêpe rápido. Dulces desde 3 €, salados desde 5 €. Rellenos generosos, buen precio y trato simpático.

LE PETIT PRINCE DE PARIS

Si quieres sentarte y probar cocina francesa con un punto más refinado, Le Petit Prince de Paris tiene menús del día por unos 18–20 €.

PIZZA SARNO

Y si el cuerpo te pide pizza, Pizza Sarno nunca falla. Local sin pretensiones, pero con pizzas grandes por unos 9 €.

Saint- Germain-des-Prés: elegante, literario y sabroso

Este barrio respira elegancia. Los cafés históricos, los escaparates de pastelería, las librerías… todo aquí tiene un aire de otro tiempo.

LES DEUX MAGOTS

Les Deux Magots es más que un café, es una institución. Un capricho, sí, pero sentarte allí a tomar un café (unos 6 €) y ver pasar la vida tiene algo mágico.

LE PROCOPE

Le Procope es el restaurante más antiguo de París. Comer aquí es hacer un viaje al siglo XVIII. Los platos principales están entre 20 y 30 €, pero el lugar lo vale.

PIERRE HERMÉ

Y para endulzarte, no te vayas sin probar los macarons de Pierre Hermé. Son caros (2,50 € cada uno), pero merecen su fama.

CANAL SAINT – MARTIN: alternativo, joven y perfecto para un picnic.

Este barrio menos turístico está lleno de pequeños locales modernos, panaderías de autor y cafés con alma.

Lo mejor de esta zona es que puedes comprar algo para llevar y sentarte junto al canal a hacer un picnic. Un pan, algo de queso y una copa de vino pueden ser tu comida más parisina.

HOLIBELLY

Holybelly 5 es uno de los brunch más famosos. Los platos cuestan entre 13 y 18 €, y el café es excelente.

DU PAIN ET DES IDEES

Du Pain et des Idées es una de las mejores panaderías de París. Su escargot de chocolate y pistacho (una especie de rollito) es inolvidable.

🌟 Vive una noche mágica en París con un crucero romántico por el Sena

¿Buscando un plan romántico en la ciudad del amor?
No hay mejor forma de enamorarse (aún más) de París que navegando por el Sena mientras la ciudad se ilumina frente a tus ojos.

💫 Cena gourmet a bordo de un barco panorámico
Déjate llevar por la elegancia parisina: en este crucero disfrutaréis de una cena de lujo con vistas privilegiadas a los monumentos más icónicos —la Torre Eiffel, Notre-Dame, el Louvre— todos brillando bajo el cielo nocturno.

🥂 Una experiencia inolvidable
Brindad con champagne mientras el barco se desliza suavemente por el río. Música suave, luces doradas y una atmósfera que parece sacada de una película romántica… ¿se puede pedir más? CONTRÁTALO AQUÍ

📍 Ideal para parejas que quieren sorprender, celebrar o simplemente vivir una noche única en París.

🍽 Cena con vistas: Vive París desde la Torre Eiffel

¿Soñáis con una noche inolvidable en París?
Imaginad cenar mientras la Ciudad de la Luz se extiende a vuestros pies, brillando bajo el cielo estrellado… ✨

🏙 Madame Brasserie: una experiencia gourmet en las alturas
En la primera planta de la Torre Eiffel, el elegante restaurante Madame Brasserie os espera con una propuesta culinaria exquisita y unas vistas inigualables de París iluminado.

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📸 No olvidéis la cámara: las vistas desde allí son tan impresionantes como el menú.

🗓️ ¿Y SI BUSCO DÓNDE COMER BARATO EN PARÍS?

La clave está en buscar panaderías, crêperías y menús del día. Muchos bistrós ofrecen fórmulas de mediodía por 13–18 €, y son una gran opción. Nosotros por ejemplo en las galerías del centro, comimos en algún restaurante un menú de entrante, plato y copa de vino por 18 €. También puedes improvisar un picnic en alguno de los parques de la ciudad: Luxemburgo, Buttes-Chaumont, Tullerías, o simplemente junto al Sena.

Pide siempre carafe d’eau (agua del grifo): es gratis, está buena y no necesitas comprar botellas. Y si ves una boulangerie con cola, entra. Nunca falla.

París se disfruta a bocados. En cada esquina hay una tentación, un olor irresistible, una mesa que te llama. Comer en París no es solo una necesidad: es parte de su arte de vivir. Espero que esta pequeña guía te acompañe en tu próxima escapada… y que te vayas, como yo, con el paladar lleno de recuerdos.

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