La tendencia del turismo slow: en qué consiste y cómo empezar
Desde el surgimiento de las grandes urbes el turismo se ha enfocado en lo rápido, en el disfrute artificial y poco ecológico. Esta situación que tuvo su mayor auge en los años 80, causó gran preocupación en las culturas europeas, sobre todo en la cultura italiana. Los italianos sintieron cierto recelo con el auge de las franquicias, y no era para menos, sus espectaculares pastas y pizzas o los magníficos paisajes no podían quedarse atrás frente a los hot dogs o las grandes cadenas de hoteles. Era momento de hacer algo y desde Italia se comenzó a promover el turismo slow, un turismo donde la gastronomía mediterránea y alojarse en casas rurales era la principal atracción. Con esta nueva tendencia todo es natural y sostenible, siendo una tendencia que rápidamente se comenzó a adoptar en muchos países del mundo. ¡El turismo slow llegó para quedarse!
Disfrutar del encanto de pueblos mágicos y paisajes naturales
Los pueblos europeos gozan de un encanto espectacular que además de ser más económicos que las grandes ciudades te proveen paisajes de ensueño donde podrás respirar aire puro y fresco. Alojarse en casas rurales en España o en cualquier otro lugar de Europa te permitirá degustar la gastronomía local y disfrutar de costumbres de antaño que te devolverán a tus raíces. En los lugares donde se promueve el turismo slow se apuesta por lo natural, por tanto, podrás disfrutar de caminatas por senderos de montaña. Las bicicletas son otra gran opción, así podrás conducir a través de la naturaleza y disfrutar de una forma única y diferente. Y lo mejor de todo es que el turismo slow suele ser más barato que el turismo convencional.
Una propuesta excelente como respuesta al turismo de masas
El turismo de masas es estresante, no te imaginas lo tedioso que resulta entrar a un museo famoso o visitar monumentos que son frecuentados por miles de personas. En los pequeños pueblos de Europa todo es diferente, se busca tener un turismo con pocas personas para así poder brindarle la mejor atención. Al alojarte en casas rurales te sentirás como en casa, pero al abrir tu ventana tendrás los paisajes más hermosos frente a ti. Podrás salir a caminar por calles pintorescas y disfrutar de la calidez de las personas locales.
Cómo empezar en el turismo slow
Puedes comenzar por pueblos cercanos a tu ciudad. Cerca de las grandes ciudades siempre se encuentran pueblos pequeños que aún guardan ese estilo tradicional que tanto caracteriza a los europeos. Al encontrarte allí podrás caminar por sus calles y adentrarte en sus restaurantes, seguro encontrarás uno donde preparan esa receta de antaño que tanto le gustaba a tu abuela. Cuando encuentres esa conexión especial con el turismo slow podrás aventurarte a pueblos más lejanos, la costa del mar Mediterráneo aloja cientos de lugares especiales para descansar y disfrutar de la naturaleza. Todo depende de tus gustos, en España tendrás muchos destinos cerca del mar como también lugares maravillosos en las montañas. Para el turismo slow no necesitas grandes cantidades de dinero, solo necesitas estar dispuesto a disfrutar de las propuestas tradicionales y sostenibles que tienen los pueblos para ofrecerte.